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De forma inexorable, el proyecto de I+D de MiWEndo va avanzando. Desde poco después de principios de año, nuestro equipo de ingenieros biomédicos ha iniciado las pruebas pre-clínicas de nuestro dispositivo. 

La intención es probar con una veintena de muestras humanas cómo se comporta nuestro dispositivo en tejido real. Por tanto, dejamos ya de lado los experimentos con phantoms, sobre los cuales ya hablamos hace unas semanas en este blog, para centrarnos en lo que llamamos experimentos exvivo.

Los tejidos con los cuales experimentamos son cólones de pacientes que, desgraciadamente, les han tenido que extirpar. Estos tejidos normalmente deben ser extirpados del cuerpo del paciente por la presencia de un cáncer o de un pólipo canceroso que no se ha podido resectar por vía endoscópica. Como no puede ser de otra manera, lamentamos profundamente que nuestros voluntarios tengan que pasar por todo esto. El pequeño consuelo es que estos tejidos son luego extensivamente aprovechados para la investigación biomédica, como es el caso que nos ocupa.

Así pues, en los primeros tres experimentos que hemos realizado, hemos aprendido a manipular estas piezas y poder sacarles el máximo provecho en la puesta a punto de nuestro dispositivo. En el proceso, nuestro equipo de artistas, es decir, nuestros ingenieros biomédicos, han diseñado un sistema, a lo largo de las tres iteraciones, para poder simular sobre la mesa las condiciones más parecidas a una colonoscopia, que es como nuestro dispositivo será finalmente usado.

En este post, por tanto, queremos agradecer a nuestros pacientes voluntarios su gran aportación a MiWEndo: gracias a ellos, hemos avanzado un pasito más hacia el diagnóstico precoz del cáncer colorrectal y han contribuido a que menos personas tengan que pasar por el proceso que ellos están viviendo.